El proteger la s alud mental involucra la ejecución de actividad física, se ha demostrado que la actividad física tiene una influencia positiva en el bienestar mental y en algunas enfermedades mentales. La participación en una actividad física regular, como lo es el deporte, puede aumentar el autoestima y reducir el estrés o la ansiedad.
Se establece la definición de bienestar como "un estado físico, social y mental positivo" y no solo libre de cualquier enfermedad o afecciones, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). El bienestar mental incluye factores como la capacidad de las personas para desarrollar su potencial, trabajar de manera productiva y creativa, c onstruir relaciones y contribuir a su comunidad.
Ventajas potenciales han sido comprobadas del ejercicio sobre los antidepresivos, con menos efectos secundarios y quizás menos estigma asociado como modalidad de tratamiento en comparación la psicoterapia. Estudios del Royal College de Reino Unido demuestra una reducción entre un 20-30% en los niveles de ansiedad con ayuda de la actividad física, también útil para tratar la ansiedad clínica. El deporte está disponible para todos, tiene pocos costos asociados y es un enfoque empoderador apoyando a la autogestión.
Científicos de la Facultad de Medicina del Deporte y Ejercicio en Reino Unido analizaron la actividad física como un tratamiento independiente. Sin embargo, esta puede ser ejecutada en conjunto con la combinación de una terapia farmacológica si el paciente así lo necesita. Padecimientos como depresión, trastorno de ansiedad, insomnio, ataques de pánico, son solo algunos de los problemas que pueden ser tratados para mejorar la salud mental.
Sheila Ross y Alastair Dobbin especialistas en salud pública y médicos de Edimburgo, Reino Unido, han desarrollado un programa de entrenamiento mental positivo el cual también ha sido respaldado por el Royal College. Dobbin comenta "aquellos médicos que usan el programa, informan una caída en la prescripción de antidepresivos de alrededor del 20%. Después de probarlo, hicimos una prueba de investigación con la Universidad de Edimburgo y descubrimos que era extremadamente efectivo".
Prácticas como el yoga ayudan al control de la respiración y a la gestión de las emociones consiguiendo así una conciencia sobre el cuerpo del practicante, una práctica sumamente útil en aquellas personas cuyo padecimiento es la ansiedad. En personas con falta de habilidades sociales, los deportes en equipo pueden ser una mejor opción: basquetbol, futbol soccer, rugby por mencionar algunos, mejoran las relaciones sociales.
Deportes de contacto como k arate o judo pueden ayudar a sobrellevar un duelo, generando una descarga de emociones, además de favorecer un anclaje en el aquí y ahora. El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) puede ser tratado en prácticas como el taichi, que requiere de una alta concentración, control corporal y es sumamente demandante.
Perseverancia sumada a una correcta selección de la actividad física de acuerdo al padecimiento, ayudarán al paciente a superar aquellos obstáculos que le aquejan. Acudir con un profesional tanto médico como deportivo es clave para un tratamiento exitoso basado en el deporte o actividad física.
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