Y los más pequeños también están en riesgo, el 22.2% de los niños de 0 a 4 años tiene sobrepeso, y el porcentaje llega hasta el 35.6% entre los de 5 y 11 años.
Aceite, mantequilla o manteca, UNAM dice cuál es mejor para la salud A todos nos gusta comer rico y, cuando se trata de comida mexicana, sabemos que muchos de los platillos son fritos o utilizan grasa para adquirir su característico sabor. Quesadillas, carnitas, papas, carne empanizada y hasta postres utilizan aceite, mantequilla o manteca en su preparación. Pero cuál de ellos resulta mejor para nuestra salud, la UNAM tiene la respuesta.
Como sabes todo se trata de balance. Más que una dieta estricta, elegir bien y crear algunos hábitos positivos, como hacer ejercicio, pueden hacer una gran diferencia en nuestra calidad de vida. Por ello es que vale la pena conocer cuál es la mejor grasa para cocinar, no solo por un tema de cuidar el peso sino para disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Las grasas de origen vegetal son las mejores
La primera recomendación cuando se trata de elegir entre aceite, mantequilla o manteca es procurar, en la medida de lo posible, que éstas sean de origen vegetal.
Respecto a la mejor elección, Mariana Isabel Valdés, jefa de la carrera de Nutriología en la FES Zaragoza, señala: “Los más saludables serían los aceites; un poquito menos, las margarinas; y los que menos recomendaríamos que se consumieran frecuentemente o abundantemente son las mantecas, por su origen y la relación que guardan con la salud”.
Así, por ejemplo los aceites los encontramos en estado líquido; tienen una mayor abundancia de ácidos grasos insaturados que les dan sus propiedades benéficas.
Por otra parte, las margarinas son aceites que se hidrogenan o se someten a procesos químicos en los que sus dobles enlaces cambian de configuración lo que los vuelve sólidos o menos líquidos a temperatura ambiente. El problema es que al cambiar la composición, los ácidos grasos que contienen se vuelven menos benéficos para la salud.
Finalmente las mantecas tienen un origen animal por lo que sus grasas son, sobre todo, saturadas que se asocian, especialmente cuando se consumen en exceso, con efectos adversos sobre la salud, principalmente cardiovasculares.