Es un hecho que las hormigas siempre han causado fascinación e interés entre la ciencia y el público en general. Quizás sea el hecho de su organización ejemplar al trabajar, de su perfecta coordinación para construir sus hormigueros o de sus extraños rituales de muerte.
Esto último, sin duda, llama mucho la atención y nos conduce a una duda que resolveremos en este texto: ¿a dónde llevan las hormigas a sus compañeras muertas?
Estos pequeños animales, al igual que las termitas y las abejas, necesitan eliminar los cadáveres de sus compañeros para evitar la propagación de patógenos. Cuando una hormiga muere, su cuerpo produce una sustancia química llamada ácido oleico.
Al liberar el ácido oleico químico, las hormigas muertas atraen a más hormigas, señalando que hay comida disponible. Aunque son perjudiciales para una colonia sana, los insectos muertos pueden ser beneficiosos como abono.
Esto lo hacen para protegerse de cualquier contaminación que dañe a la reina o a otras compañeras valiosas y esenciales para la reproducción de la especie.
Por ello, al eliminarlas del nido se consigue una fuente de alimento y se evita la contaminación, lo que conduce a un rápido crecimiento de la colonia de especies vivas.