Mezcla los posos de café con el agua caliente y luego agrega el aceite de coco. Si es necesario, agrega más café molido o más aceite para obtener la consistencia correcta y finalmente, pasa la mezcla en un recipiente.
Es importante mencionar que estos exfoliantes caseros sólo deben usarse en el cuerpo, no en la cara, pues esta es más sensible que la piel del resto del cuerpo. Además, evita exfoliar la piel si está quemada por el sol, agrietada o rota, enrojecida, hinchada, o recuperándose de una exfoliación química.
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