Te decimos, ¿Qué es el Trastorno Explosivo Intermitente?
El TEI se caracteriza por brotes sumamente agresivos
Una vez que se habla de salud psicológica frecuentemente se estigmatiza a los individuos que poseen un padecimiento, e inclusive se desestima el valor de atenderse con un especialista que sea capaz de mitigar los indicios. Uno de los ejemplos es el del Trastorno Explosivo Intermitente.
Hablamos de un trastorno en el cual el individuo tiene inconvenientes para el control de sus impulsos, el individuo que padece de esta condición frecuenta ser alguien incapaz de mantener el control de los brotes de furia, la agresión se vuelve impulsiva y el enojo se puede clasificar como “extremo”.
Al respecto, el portal especializado MedLine Plus sugiere que el TEI está presente hasta en un 4 a 6% de los habitantes del mundo durante su historia, esta condición llega a ser más recurrente en los hombres y empieza como un trauma de la niñez que se plantea en muchas situaciones desde la juventud.
Según con las averiguaciones, el Trastorno Explosivo Intermitente tiene la característica a grado hormonal y químico en el cerebro de exponer una disminución fundamental en los niveles de insulina y serotonina; los doctores demostraron que esto se puede deber a un menor metabolismo en la corteza prefrontal y una más grande actividad en la amígdala.
Los doctores comparten que el individuo que padece Trastorno Explosivo Intermitente poseen episodios repentinos de conductas agresivas, violentas, impuslova o arrebatos verbales que se conducen a un grado exagerado de la violencia que puede afectar a el núcleo familiar, pareja o el entorno gremial.
Dichos episodios llegan a durar hasta 30 min, ocurren de forma recurrente; los especialistas indican que dichos tienen la posibilidad de ocurrir 2 a 3 veces en un tiempo de un mes y a veces permanecen separados por semanas o meses de no sufrir un episodio de TEI.
Los primordiales signos son la rabia, irritabilidad, incremento de energía, pensamientos acelerados, hormigueo, temblores, palpitaciones, opresión en el pecho. Además, se expone mediante rabietas, diatribas, discusiones fuertes, gritos, empujones, luchas físicas, perjuicios materiales o amenazas.
El ámbito, la genética, diferencias en el desempeño cerebral, precedentes de violencia físico, trastornos de salud psicológica en el núcleo familiar son ciertos de los indicadores que tienen la posibilidad de marcar que una personas es propensa al Trastorno Explosivo Intermitente.
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