Señales que pueden indicar problemas con tu hígado
Febrero 22, 2021 - 12:30 p.m.
Pocas personas pueden reconocer cuándo su hígado esta fallando
El hígado hace un gran esfuerzo para mantener al organismo saludable. Actúa como filtro del cuerpo para eliminar toxinas, pero cuando trabaja mucho por malos hábitos como una dieta poco saludable o por infecciones virales crónicas, puede desarrollar problemas de salud.
"Las personas con insuficiencia hepática tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de hígado...Pero, la mayoría ni siquiera sabe qué causa la insuficiencia hepática, y mucho menos los síntomas".
Por ello, el doctor Romero-Marrero explica cuatro de los signos más comunes de insuficiecia hepática, así como sus posibles tratamientos.
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- Retención de líquidos
Este es el signo más común de enfermedad hepática, que aparece en el 50% de las personas que tienen cirrosis , una afección en la que el tejido cicatricial reemplaza al tejido hepático sano. La acumulación de líquido puede causar distensión en el abdomen o hinchazón en las piernas.
Esto sucede cuando se desarrolla presión arterial alta en las venas de su hígado o cuando su hígado es incapaz de producir albúmina, una proteína que previene las fugas del torrente sanguíneo al tejido.
Alternativa de tratamiento: Elegir una dieta baja en sodio podría contribbuir a aliviar la retención de líquidos. Si se trata de un caso moderado a severo, un médico podría recetar diuréticos.
Los casos graves a menudo requieren paracentesis, usando una aguja para drenar el líquido abdominal, dice el Dr. Romero-Marrero.
- Ictericia
Esta condición causa orina más oscura y un tinte amarillento en la piel o el blanco de los ojos. Aparece cuando la bilirrubina , un pigmento que se forma cuando los glóbulos rojos se descomponen, se acumula en el torrente sanguíneo. Un hígado sano absorbe bilirrubina y la convierte en bilis. Luego, su cuerpo lo excreta en las heces.
Posible tratamiento: La ictericia es un signo grave de insuficiencia hepática, señala Romero-Marrero. Si tiene ictericia, un médico puede evaluarlo para un trasplante de hígado.
- Sangrado
Por lo general el hígado cicla aproximadamente el 25% de su sangre desde la vena porta, pero la cirrosis crea una oportunidad de sangrado. En ocasiones se puede vomitar sangre o notar sangre en las heces o sangrado rectal .
“Por lo general, el flujo a través del hígado es como conducir por una autopista de alta velocidad: Es bastante rápido. Pero, cuando tienes cirrosis, esa carretera, debido a las cicatrices, se convierte en un camino lleno de baches o un gran atasco de tráfico...En consecuencia, la sangre intenta encontrar desvíos", señala el doctor.
Esos desvíos envían sangre al bazo, que se agranda mientras trata de aliviar la congestión. Las venas varicosas pueden desarrollarse en el esófago y el estómago, y estas venas agrandadas también pueden sangrar fácilmente.
Un hígado sano produce proteínas de coagulación. En cambio, un hígado enfermo no puede y se producen más hemorragias. Un bazo agrandado recoge plaquetas del torrente sanguíneo.
Un recuento bajo de plaquetas lo hace más susceptible a hemorragias nasales y encías sangrantes.
Alternativas de tratamiento: Si se vomita sangre, es importante acudir a la sala de emergencias de inmediato. Los médicos evaluarán y detendrán el sangrado mediante una endoscopia superior , dice el Dr. Romero-Marrero.
Si el sangrado es severo, pueden implantar un stent para conectar las venas que entran y salen del hígado y crear una nueva vía para la sangre, dice.
- Confusión
Cuando el hígado no puede filtrar las toxinas, pueden viajar al cerebro. La condición resultante, conocida como encefalopatía hepática , puede causar confusión, problemas de memoria, letargo y coma.
Opciones de tratamiento: El doctor Romero-Marrero explica que el tratamiento estándar es el laxante lactulosa. Se una a las toxinas en el colon y las elimina antes de que puedan entrar al torrente sanguíneo.
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¿Cómo tener un hígado sano?
El especialista de Clínica Cleveland comparte 4 consejos para mantener un hígado sano:
- Hacer ejercicio al menos cinco veces a la semana durante 30 minutos cada vez.
- Elegir una dieta saludable que sea baja en azúcares refinados, alimentos procesados, dulces, refrescos y carbohidratos refinados.
- Beber alcohol de manera moderada.
- Mantener un peso saludable.
