Secretos de las salas de cine que solo conocen sus empleados
Siempre es mejor ver una película en el cine que en la sala de tu casa
Ver una película espectacular en una pantalla grande es mucho mejor que hacerlo en casa, y esa es una de las razones por las que a todos nos gustan los cines. ¿Pero qué dirías si descubres que cuando vayas a ver un estreno serás monitoreado durante toda la sesión? Esos lugares esconden muchas cosas, pero algunas veces sus empleados revelan algunos de esos secretos.
Puede parecer extraño, pero los cines ganan más dinero con las palomitas de maíz y los refrescos que con los boletos.
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Sí, la piratería es algo malo, pero algunas personas siguen yendo a los estrenos de las películas solo para grabarlas. Los empleados de los cines luchan con eso y expulsan a los infractores.
3. Espectadores jóvenes entran a ver películas calificadas como aptas para “18+”
Muchos cines intentan luchar contra eso, pero inclusive así, esos casos ocurren regularmente.
El truco principal que ayuda a eludir la prohibición es comprar el boleto en el horario del comienzo de dos películas, siendo una sin límite de edad del espectador. Los empleados de los cines no siempre verifican a qué sesión irás después de pasar el control.
En los cines también sucede que muchas personas no pueden contener sus emociones, y eso es normal. Por ejemplo, la película sobre caníbales “Crudo” fue demasiado para dos espectadores del Festival de Cine de Toronto, en 2016. Esa gente se desmayó, y uno de ellos se dio un fuerte golpe contra la pared cuando se desvaneció en el suelo.
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Hay una razón más por la que los espectadores prefieren el 2D. Cuando te pones los anteojos, tus ojos envían señales al cerebro de que te estás moviendo, porque parece que estás dentro de la película, y eso hace que el analizador visual se confunda. Tu oído interno (responsable del equilibrio), por el contrario, envía una señal de que estás quieto, porque en realidad estás sentado. Eso es lo que causa la incomodidad física que muchos sentimos al ver una película de ese tipo.
Aunque el proyector del cine necesita reprogramarse durante el día, no hay un empleado junto al aparato durante la proyección de la película. Los dispositivos digitales funcionan perfectamente bien solos, y hoy en día, las proyecciones de películas están mucho más automatizadas que en el siglo pasado.
8. Hay más basura en las salas en las noches de los fines de semana
El breve descanso entre dos sesiones no permite que los empleados de los cines realicen una limpieza exhaustiva, por lo que el suelo debajo de los pies puede ser pegajoso, y en el asiento se puede encontrar goma de mascar, puesta allí por el espectador anterior.
Si te gusta mucho la limpieza, ve a las sesiones de la mañana y evita las de la noche de los viernes y los sábados.
Un conflicto puede estallar en cualquier lugar, y los cines no son una excepción. Parecería que no hay nada qué discutir allí, sin embargo, los motivos aparecen. Uno ocupó el lugar de estacionamiento de otro, alguien habla por teléfono cuando la sesión ya ha comenzado, y otro simplemente hace demasiado ruido al masticar. Por cierto, en la red hay muchos videos con ese tipo de peleas.
En el cine hay cámaras que vigilan al auditorio. Esto se hace no solo por razones de seguridad, sino también para evitar peleas o intentos de grabar películas ilegalmente. Y gracias a ellas, los empleados de los cines logran encontrar y sacar de la sala a las parejas que van demasiado lejos en los “asientos de los besos”.