¿Sabias que?... Todos tenemos un espacio emocional llamado "La sombra"

Bajo la máscara de nuestro yo consciente, escondes toda clase de emociones y conductas negativas: la ira, los celos, la vergüenza, la mentira, el resentimiento, la lujuria, el orgullo, etcétera.

A este campo inexplorado se le conoce como “La sombra”. ¿Habías escuchado dialogar de ella?

La sombra está realizada de los pensamientos, emociones e impulsos que pudimos encontrar bastante dolorosos, vergonzosos o desagradables para aceptarlos, por lo cual en vez de ocuparnos de ellos, los reprimimos.

La sombra se lleva a cabo en la niñez, una vez que nos identificamos con determinados aspectos ideales a medida que ocultamos bajo la alfombra aquellas piezas nuestras propias que no son dignas del cuadro de honor.

Lo más interesante de todo lo mencionado es que únicamente tenemos la posibilidad de ver la sombra de forma indirecta, por medio de los aspectos y las ocupaciones de los otros, por dicha razón nos resulta tan simple juzgar, solamente tenemos la posibilidad de darnos cuenta de ella con estabilidad fuera de nosotros.

Lo cual hacemos es intentar desterrar dicha parte oscura de nosotros mismos proyectando y atribuyendo determinadas cualidades a los otros en un esfuerzo inconsciente por liberarnos de ella.

La sombra surge constantemente en nuestra vida diaria y tenemos la posibilidad de descubrirla en el humor, en dichos chistes sucios, en los sarcasmos o una vez que algo respecto al otro nos resulta bastante divertido todavía una vez que para el otro no lo sea o logre ser inclusive humillante.

Una vez que sentimos un quiero bastante profundo por algo y lo relegamos a la sombra, opera a partir de allí sin considerar a los otros, ejemplificando: una vez que estamos bastante hambrientos y rechazamos aquel fomento, culminamos castigando a nuestro cuerpo humano comiendo en exceso.

Una vez que sentimos una aspiración bastante alta y no la oímos, culminamos sustituyéndola por cosas efímeras y pasajeras como el sexo de una noche, las drogas o el alcohol, que son cosas que nos gratifican a corto plazo y de esta forma la lista puede ser extensa.

Jung mencionaba que la sombra se vuelve peligrosa una vez que no le prestamos suficiente atención. Mi maestro Jorge Galindo plantea que no hay ningún lugarcito de cochambre que no logre ser alumbrado por la luz de la cosciencia, ¿Y cómo tenemos la posibilidad de relacionarnos de forma sana con nuestra propia sombra?:

- Incrementar el autoconocimiento:
Aceptarnos de una forma más completa y aceptando además el costo de ser quienes somos.

- Encausar emociones:
Las negativas que nos acechan cotidianamente. Ejemplificando si te molestas ve a tu cama y da almohadazos, o coge una toalla de manos y exprímela para que liberes esa emoción de tu sistema.

- Laborar en la liberación de la culpa:
Realmente pienso que socialmente está más penado el placer y el disfruto que el dolor y la furia. Rememora que en la consciencia mundial si no fuera bueno no existiría y estamos aquí para completarnos y ser felices.

- Reconocer nuestras propias proyecciones:
Proyecciones para con los otros. Constantemente que juzguemos a alguien comprobemos qué es Lo cual nos mueve, si ejemplificando es la envidia, aquel anhelo no aceptado de ser un poquito más como la otra persona o bien nos rememora a alguna persona o acontecimiento que no hemos trascendido.

- Sanar nuestras propias interacciones:
Por medio de nuestra propia autoobservación. Rememora que como es adentro es afuera y vivimos espejeando nuestra luz sin embargo además nuestra sombra y esencia fragmentada.

- Usando nuestra imaginación innovadora:
Dibuja, pinta, redacta, baila, dale pase a tu yo alienado. Además puedes colocar atención en tus sueños, ya que aun cuando parece que no tengan sentido son una ventana a nuestro inconsciente.

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