¿Qué alimentos ayudarían a prevenir cáncer de intestino?
Un estudio encontró los factores dietéticos que ayudarían a prevenir el cáncer de intestino
Un estudio general de análisis de datos agrupados mostró que el folato, el magnesio y productos lácteos pueden ayudar a prevenir el cáncer de intestino, sin embargo, no hay evidencia de que el ajo, cebollas, pescado, café o té protejan contra esta enfermedad.
Para el trabajo, publicado en la revista 'Gut', investigadores buscaron bases de datos de investigaciones relevantes para revisiones sistemáticas publicadas y metanálisis (análisis de datos agrupados) de ensayos clínicos y estudios observacionales que que evalúan el impacto de los factores dietéticos y medicinales en el riesgo de cáncer de intestino, como la 'aspirina', medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, como el paracetamol y las estatinas.
Los factores dietéticos que se incluyeron fueron:
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- Vitaminas
- Suplementos (magnesio, calcio, ácido fólico, vitamina A, B, C, E, D, beta-caroteno y selenio); Café y té;
- Pescado y ácidos grasos omega 3
- Productos lácteos
- Fibra
- Frutas y vegetales
- Carne
- Alcohol
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Para el análisis se tomaron en cuenta estudios relevantes publicados en inglés o francés entre septiembre de 1980 y junio de 2019 pero excluyeron aquellos en los que se involucraban a personas con alto riesgo de desarrollar cáncer de intestino.
Los resultados obtenidos mostraron lo siguiente:
- La 'aspirina' probablemente protege contra el cáncer de intestino, disminuyendo el riesgo entre un 14 y 29% en dosis tan bajas como 75 mg/día.
- El uso de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos durante hasta 5 años se asoció con una caída significativa -entre 26 y 43%- en la incidencia de esta enfermedad.
- Sobre el consumo de suplementos, la ingesta de magnesio de al menos 255 mg/día se relacionó con un riesgo 23% menos en comparación con la ingesta más baja, mientras que el consumo alto de ácido fólico se asoció con un riesgo 12-15% menor.
- En cuanto al consumo de productos lácteos, estos se asociaron con un riesgo de la enfermedad de 13 a 19% menor, sin embargo, la pequeña cantidad de metanálisis disponibles y los resultados de investigación diferentes y la variedad de los productos lácteos incluidos hace que sea complicado tener conclusiones firmes sobre las cantidades que se necesitan para poder prevenir la enfermedad.
- El consumo de fibra se asoció con un riesgo menor, mientras que comer frutas y verduras se relacionó con un riesgo hasta 52% menor.
- Respecto a la soya, se encontró que incorporarla a la dieta tiene relación con una caída modesta, pero significativa (8-15%) del riesgo.
En cuanto a las vitaminas E, C, los multivitamínicos, el beta-caroteno o selenio, no se encontró que estos fueran protectores contra la enfermedad.
Los datos fueron débiles o equívocos sobre el impacto del té; ajo o cebollas; la vitamina D sola o combinada con calcio; café y cafeína; pescado y omega 3, e inconsistente con el efecto protector de la vitamina A y las vitaminas B.