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Catalina Hoffmann, experta en estimulación cognitiva y entrenamiento cerebral, te da pautas muy concretas para conseguir un mayor rendimiento mental.
Síntomas de agotamiento emocional No siempre percibimos de manera clara que sufrimos agotamiento emocional. A veces, los síntomas son muy claros, pero otras, pueden ser muy sutiles y despistarnos. La experta detalla las señales que no debemos pasar por alto:
Además, también puede aparecer síntomas físicos como dolores de cabeza, problemas de sueño (ganas de dormir mucho, dormir poco, no poder conciliar el sueño, despertares nocturnos), problemas gastrointestinales (disminución o aumento del apetito, problemas para la digestión), entre otros.
Como advierte la psicóloga, además de los inconvenientes que pueda acarrear para la salud física y mental de la persona que padece agotamiento emocional, también puede acarrear otros problemas. Por ejemplo, puede generar consecuencias en varios ámbitos de la vida como menos rendimiento académico o laboral, conflictos interpersonales (pareja, compañeros), abandono de actividades agradables como el deporte, alimentación sana, etc.
Y no solo eso. Al final, todo ello se retroalimenta. Como explica "todo esto favorecerá que los síntomas se intensifiquen favoreciendo la sensación de incapacidad de control e indefensión. Al final, la persona se verá en un círculo vicioso de sensaciones muy desagradables, altas exigencias o demandas propias o del ámbito en cuestión y aparición de emociones negativas".