Por qué el cáncer en adolescentes es ‘diferente’
El cáncer en adolescentes tiene sus propias particularidades.
El cáncer pediátrico es una enfermedad rara si tenemos en cuenta el número de afectados. Así, cada año hay unos 1.100 menores de 14 años que reciben este diagnóstico. Se estima que entre los 14 y los 18 años hay unos 400-500 nuevos casos anuales, pero los datos no son concluyentes porque si bien sí hay un registro oficial de tumores infantiles, no lo hay de los tumores que aparecen en la adolescencia, por lo que la estadística no es tan precisa como en el caso de los niños.
El tumor maligno más frecuente en la población adolescente es el linfoma de Hodgkin, seguidos del de tiroides y los cánceres de células germinales, que son los que afectan a los testículos o a los ovarios.
No obstante, los adolescentes también presentan otros tipos de cáncer, ya sean más propios de niños o de adultos. En niños, la leucemia y los tumores cerebrales son los más habituales.
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Sin embargo, “tanto los afectados como los profesionales que les tratamos llevamos demandando desde hace tiempo la creación de unidades de adolescentes, unidades oncológicas transversales en las que los pacientes puedan ser atendidos tanto por especialistas pediátricos como de adultos, dependiendo del tipo de tumor, para para poder compartir el conocimiento y ofrecer así el mejor tratamiento”, según destaca la experta.
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¿Por qué aparecen el cáncer en el adolescente?
“El cáncer es una enfermedad genética en la que, por azar, durante los procesos de divisióno celular o por factores externos (tabaco, alcohol, exposición solar, radiaciones ionizantes) se produce una mutación en una célula que le proporciona una ventaja de supervivencia y es capaz de superar los mecanismos de defensa del cuerpo que eliminan las células erróneas”, explica la Dra. Fernández-Teijeiro.
A diferencia del paciente adulto, al niño y al adolescente, por edad, no les ha dado tiempo a exponerse a los riesgos del consumo de alcohol o tabaco, “aunque sí se ha podido constatar la relación causal entre los desastres nucleares (Hirshima, Chernobyk, Fukushima) y la aparición de tumores malignos, sobre todo leucemias y cáncer de tiroides”, puntualiza.
¿Cómo son los tratamientos oncológicos en la adolescencia?
Actualmente, el abordaje del cáncer en su conjunto es similar a todos los grupos de edad. En función del tipo de tumor, los pacientes pueden requerir alguna o una combinación de las distintas armas terapéuticas disponibles: quimioterapia, radioterapia, cirugía, inmunoterapia, terapias dirigidas (medicina de precisión) o trasplante de progenitores hematopoyéticos. Cuanto más pequeño es un niño, mejor tolera el tratamiento oncológico. En el caso de los adolescentes, a medio camino entre la infancia y la edad adulta, la tolerancia sería intermedia.