Maranta leuconeura, planta que purifica el aire

La maranta tiene un tamaño reducido y de media llega a alturas de 30 cm, 40 cm a lo sumo.

Clima: Respecto a las temperaturas, la maranta (o planta de la oración) no lleva bien los cambios bruscos. Le gusta el clima constante y cálido, sintiéndose muy bien el rango de 15 a 19º C y, ¡atención con las temperaturas muy frías! La mínima a la que debería estar es a unos 10 ºC, motivo por el cual en estas latitudes es considerada una planta de interior. Para ella una helada resultará mortal.

Riego moderado: Es una planta tropical pero no por ello debes ahogarla, pues la maranta tiene raíces tuberosas que le sirven a la planta para almacenan reservas de almidón, las cuales emplea durante los periodos de reposo y en épocas de estrés. De este modo, solo convienen los riegos abundantes durante los meses de verano, posteriormente hay que irlos espaciando. Deja que el sustrato esté casi seco entre riego y riego y además, en todo caso debes evitar el encharcamiento.

Ambiente húmedo: ¿Recuerdas que comentamos que se la llama planta de la oración porque expande sus hojas y por la noche las cierra? Es su forma de absorber la luz y regular la humedad.

La humedad del ambiente debe ser alta, así que piensa en pulverizar sus hojas a lo largo de los meses más calurosos del año. Y también debes hacerlo en invierno si percibes que la calefacción reseca el ambiente. Otra solución efectiva para aumentar la humedad de los interiores es agrupando las plantas. Precisamente por estas necesidades de humedad las marantas también son habituales en terrarios.

Se trata de una magnífica purificadora de aire y ofrece la ventaja de que además ayuda a regular la humedad en casa. Si estamos preocupados por el diseño biofílico en los interiores del hogar, esta especie será una fabulosa opción para introducir la naturaleza y sentir más confort y bienestar.

Tipo de sustrato: La maranta prefiere un suelo ácido. Es importante que la tierra para macetas de plantas de interior de uso general que empleemos drene bien, de lo contrario añade arena gruesa o piedrecitas. Dicho sustrato debe ser turboso y no demasiado apretado, ya que a la planta le gusta la tierra aireada.

Además, para mantener a la planta sana y con un desarrollo correcto conviene que, desde principios de primavera hasta otoño, emplees fertilizantes en los riegos cada dos semanas.

¿Hay que trasplantarla?Sí se debe hacer, de hecho, con una frecuencia anual para favorecer la renovación de su sistema radicular. El mejor momento del año para trasplantarla es durante la primavera. Procura seleccionarle una maceta de formato más bien alargado. Por cierto, además de decorar mesas, estanterías y cómodas, la maranta también es usual emplearla como planta colgante.

Multiplicación: Aunque puedes cultivar la maranta por semillas, es mejor que lo haga un experto porque resulta algo complicado propagarla por este método. Así que para una persona aficionada a la jardinería las mejores opciones son realizar esquejes o bien dividirla.

Enfermedades y plagas: La enfermedad más frecuente por la que puede ser afectada es la botritis, un moho negro que la debilita y deforma. Conviene ventilar bien para evitar que la maranta se vea afectada por ella.

La araña roja puede atacar a la planta cuando el ambiente es cálido y seco, así que habrá que procurar unas temperaturas moderadas y una humedad alta. También los pulgones pueden presentarse.

Una última curiosidad acerca de la maravillosa Maranta leuconeura es que es nombrada así en honor del médico y botánico italiano Bartolomeo Maranta.

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