Maquillaje de ojos para mayores de 30
Sácale partido a tu mirada sin importar tu edad
Los expertos han determinado que la piel madura surge entre los 35 y 40 años, dependiendo qué tantos cuidados previos hayas tenido con tu rostro.
Hoy nos enfocaremos en cómo maquillar los ojos, ya que la mirada juega un papel importante para proyectar tu mejor versión, y aquí te decimos los puntos que debes seguir para lograr que se vea luminosa, abierta y lisa.
Preparación
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A los 35 años o más, la pérdida de colágeno en la piel es completamente natural y este proceso da lugar a la aparición de líneas -como las famosas patas de gallo- y flacidez en distintos grados. Antes de preocuparte por tapar todo con corrector, es importante enfocar los esfuerzos en una buena rutina de skincare de ojos. ¿Cómo hacerla?
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Lava bien toda la cara, aplica una esencia para revitalizar el área, coloca un suero hidratante con suaves masajes circulares y pon una crema para el contorno de ojos con ingredientes revitalizantes, como el té verde. En este punto puedes ayudarte de un rodillo facial masajeando hacia arriba y hacia afuera para drenar el área, oxigenar el cutis y reducir el aspecto de las bolsas.
Hidratación
Con la piel lista, vamos a la parte del maquillaje y el consejo #1 es utilizar fórmulas hidratantes, ligeras y muy cubrientes. Comienza con una prebase para mejorar la textura y aplica un corrector que no marque los pliegues de los ojos. Te sugerimos difuminar con esponja para un resultado natural -la brocha puede acentuar las arruguitas- y, en caso de que lo hagas con el dedo, lo ideal es utilizar el anular que es el que menos fuerza tiene y no daña las fibras de la piel.
Elige las sombras correctas
La recomendación es utilizar sombras mate y tal vez una que otra satinada solo para el párpado móvil. Olvídate de las metálicas, del shimmer y del glitter, puesto que solo conseguirás destacar los signos de la edad. Hablando de los tonos, inclínate por los neutrales y suaves como los cafés claros, marrones, rosados, malvas, capuccinos y beiges.
Recuerda que las sombras oscuras van en las partes que quieres esconder (como la piel caída del párpado) y las sombras claras van en los puntos altos que deseas resaltar.
La segunda opción es perfecta para quienes buscan unos ojos más alargados y grandes, pues se trata de difuminar un tono bronce en el triángulo exterior y colocar un color claro en el centro del párpado móvil. Cualquier movimiento que hagas para difuminar, que sea de forma ascendente para evitar que la piel se caiga más.
Para finalizar, limpia cualquier exceso de producto que se haya caído en el rostro con agua micelar y continúa maquillando el resto de la cara. No te olvides de usar cosméticos con cualidades hidratantes y nutritivas y dejar de lado los que matifican, como los polvos compactos.