La exprincesa Mako abandona Japón con su esposo plebeyo
Una princesa japonesa que renunció a la familia real para casarse con su novio plebeyo
Mako Komuro, la exprincesa Mako, y Kei Komuro, ambos de 30 años, embarcaron en un avión entre los flashes de las cámaras en el aeropuerto de Haneda, en Tokio Las grandes cadenas japonesas de noticias emitieron la escena en vivo.
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“Amo a Mako”, dijo el mes pasado a la prensa tras formalizar su matrimonio en Tokio. Lo hicieron sin banquete de bodas ni ninguno de los rituales de celebración de enlaces. “Quiero vivir la única vida que tengo con la persona que amo”, dijo.
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Aunque Japón se vea moderno en muchos aspectos, los valores sobre relaciones familiares y la posición de las mujeres siguen siendo anticuados, arraigados en prácticas feudales. Esas costumbres se vieron acentuadas en la reacción del público al matrimonio. Algunos japoneses sienten que pueden opinar en estas cuestiones porque el dinero de los contribuyentes mantiene a la monarquía.
La familia real no tiene poder político, pero sirve como símbolo de la nación, asiste a actos ceremoniales y visita zonas de desastre, y sigue siendo relativamente popular. Otras princesas se han casado con plebeyos y abandonado la familia real. Pero Mako es la primera en provocar semejante indignación pública, que incluyó un frenesí en medios sociales y tabloides locales.
Sólo los varones heredan el trono en Japón. Majo es hija del hermano menor del emperador, y se espera que su hermano pequeño, de 15 años, se convierta algún día en emperador.
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