De acuerdo con lo contado en la película de Universal Pictures y el cineasta Pierre Coffin, quien también da voz a los Minions, sus células vienen desde que la tierra se creó.
Su comportamiento siempre depende de su amo en turno. Así se ha podido comprobar que le rindieron cuentas a los depredadores más temibles de la prehistoria, a Napoleón Bonaparte y otros villanos oscuros en la historia de la humanidad, pero ninguno tan malo como el mismo Gru.
La ciencia también ha metido su cuchara para desentrañar lo más que se pueda de dónde provienen estos simpáticos sirvientes amarillos, de overoles bien planchaditos y poco cabello. En Leicester, Reino Unido, dos estudiantes compararon su anatomía con el de los genes humanos. Para lograrlo tomaron en cuenta todo lo que acabamos de contar.
Agregaron la capacidad de aprender tantos idiomas en muy poco tiempo. Concluyeron que ellos tienen genes humanos que los hacen ascendientes del hombre: el gen cromatófaro, la razón de su pigmentación amarilla; los homeóticos, observados en su deformación anatómica; el PAX 6, característica cerebral que explicaría su único ojo y miopía; y finalmente, FoxP2, detonante de sus problemas de comunicación y necesidad de ser seres políglotas.
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