La ciencia del ayuno intermitente
¿Por qué está de moda el ayuno intermitente, en el que a veces no te dejan desayunar hasta pasadas las 12 del día?
Varios sitios web y muchos bloggers están reclamando su plan de ayuno intermitente como el mejor de todos para perder grasa. Las variaciones incluyen: ayuno durante todo el día, cada tercer día; dos veces por semana; una vez por semana o una vez cada dos semanas. Algunos recomiendan no desayunar o no cenar, mientras que otros recomiendan “comer slo cuando tengas hambre”, o “no comer cuando no tengas hambre”.
Por lo tanto, el mejor ayuno intermitente que puedes hacer es cenar a la misma hora que desayunas, para tener una ventana de 12 hrs comiendo y 12 hrs sin comer. Siempre y cuando tu periodo de descanso sea de 8 hrs dormido, pues si sueles despertarte muy temprano en la mañana y acostarte muy tarde en la noche, entonces este tipo de dieta no esla indicada para ti.
Lo mejor que puedes consumir para romper el ayuno es un desayuno completo y balanceado que contenga grasas buenas (como la yema de huevo, el aguacate) proteína (huevo, pollo, pechuga de pavo) y una fuente de carbohidratos como la fruta entera o un poco de cereales integrales. La ciencia confirma que el típico desayuno alto en carbohidratos tiende a aumentar el almacenamiento de grasa, aumentar el peso corporal, y aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular y la salud a largo plazo.
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Otras personas prefieren no cenar para cumplir con más hora de ayuno. Si desayunas muy tarde y no cenas, al día siguiente no vas a poder controlar tu ansiedad por consumir carbohidratos o grasas en la noche y puede que ataques tu refrigerador.
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El enfoque de no cenar va en contra de el reloj innato de tu cuerpo. Este régimen puede causar trastornos del sueño y efectos secundarios similares que un ayuno mal manejado. Es importante cenar alimentos saludables, pero tampoco cenar justo antes de dormir ni con muchas grasas o irritantes; lo más recomendado es cenar dos o tres horas antes de acostarte para darle tiempo a tu cuerpo de asimilar los alimentos, evitar reflujos y metabolizar bien los nutrientes para mantener buenos niveles de energía al dormir, pues tu cerebro nunca descansa y necesita energía para conseguir un buen sueño reparador.
Recuerda que cualquier tipo de dieta debe ser supervisada por un especialista en el tema, si padeces de enfermedades como hipoglucemia, diabetes o si eres menor de edad, evita este tipo de ayunos y consulta siempre a tu médico.