Ilumina cada estancia con las lámparas adecuadas

La palabra "lámpara", en español antiguo lampada, significa en latín "antorcha". Hoy día, la bombilla es la que permite iluminar el interior de las viviendas y de los negocios. El primer prototipo de bombilla comercial fue el de Thomas Alva Edison. No obstante, Tesla realmente supuso un adelanto en el campo de la electricidad. Nikola Tesla ofrecía una opción distinta a la corriente continua de Edison: la corriente alterna. Aunque ambas dos son útiles, y cuentan con aplicaciones actuales, la corriente de Tesla es la que permite que los electrodomésticos grandes (como los lavavajillas) y los sistemas de iluminación cuenten con la electricidad necesaria para funcionar.

La corriente continua de Edison también es útil, pero en aplicaciones que no necesitan de un voltaje alto: pilas, baterías, células fotovoltaicas... Para que uno vea el avance que supuso la corriente alterna de Tesla bastaría comparar los voltios de la corriente continua con los voltios de la corriente alterna. La corriente continua cuenta con un voltaje limitado, pequeño: es una corriente que permite transportar la electricidad (a través del cableado) hasta una distancia concreta, preestablecida. En cambio, la corriente alterna ofrece esa posibilidad tan necesaria de transportar electricidad a largas distancias. Es la corriente en la que se basan, por ejemplo, las centrales eléctricas. La electricidad que se produce en ellas se genera a un alto voltaje, para que así pueda recorrer extensas distancias. Con ayuda de los transformadores, el voltaje tan elevado, al que se produce dicha electricidad inicialmente, se reduce antes de llegar a los hogares y a los negocios, donde será utilizada con un voltaje menor.

Una corriente no tiene por qué ser excluyente de la otra. De hecho, si se habla de lámparas de mesa, lámparasdepie y lámparas de techo, ha de quedar claro que pueden requerir tanto de corriente continua como de alterna, y que en muchas ocasiones necesitan de un transformador que permita pasar de corriente alterna (los 230V de los enchufes) a corriente continua (si la lámpara es de 12V).

Las lámparas LED permiten, precisamente, utilizar menos vatios sin que ello aminore la intensidad de la luz. A más vatios, más consumo energético y, por tanto, más gasto. De ahí que corriente continua y alterna puedan ser un buen complemento en los sistemas de iluminación; para compensarse mutuamente en sus ventajas e inconvenientes.

Dicho esto, a continuación comentamos algunas clases de lámparas que Promart Homecenter tiene disponibles en su web.

Algunos tipos de lámparas para el hogar y la oficina

Lámparas de mesa

Lo más habitual es que las luces estén en el techo, ya sea en forma de lámparas de techo o con iluminación LED, que suele colocarse a partir de tiras LED o focos. Sin embargo, no siempre es suficiente la iluminación del techo, o se necesita de algunos puntos adicionales de luz. Para estos casos, se encuentran las lámparas de mesa o lámparas de sobremesa, según como uno prefiera referirse a ellas.Normalmente, éstas se colocan en mesillas de noches, en escritorios, en mesas donde se realice alguna labor... Es decir, en aquellas superficies que necesitamos enfocar en algún momento concreto.Algunas áreas donde incluir lámparas de este tipo son:

Mesita de noche: Las lámparas de mesa, en este caso, ayudan a crear un ambiente más acogedor y relajado. No todas las luces que se instalan en el techo pueden regularse, así que, si se tiene una luz potente en el techo, difícilmente se va a poder contar con un espacio que facilite el sueño.

Escritorio de estudio o trabajo: En el área de trabajo, una lámpara de mesa puede contribuir a arrojar luz extra sobre la zona donde la persona estudia y/o trabaja. Contribuye a que la persona vea claramente, sin esfuerzos que puedan perjudicar su vista, la labor que está realizando.

Zona de lectura: En este caso, la lámpara de sobremesa se situaría en una mesita próxima al sillón de lectura.

Lámparas de pie

Son un formato distinto al de las lámparas de mesa. La luz que ofrecen abarca un área mayor. Si se toma como ejemplo el caso anterior, el de la zona de lectura, podría decirse que la lámpara de pie facilita la iluminación de toda esa zona, sin la necesidad de tener que contar con un mueble auxiliar. No hace falta mesa alguna encima de la que colocar la lámpara, puesto que ella misma se sostiene,  y si se coloca en el lugar adecuado, proporciona esa luz necesaria que abarcaría una zona más amplia que la lámpara de sobremesa. Además, las hay de altura e intensidad de luz regulables, con lo que la experiencia de iluminación es más personalizada.

Lámparas de techo

Las lámparas de techo son las lámparas por excelencia, las básicas, las que arrojan luz en toda la estancia, las que iluminan los espacios y distribuyen la luz con uniformidad. Algunas de ellas ofrecen la posibilidad de regular la intensidad. Sin embargo, aunque se coloquen estratégicamente, la luz que proporcionan no alcanzan todos los rincones. Así pues, para aquellos rincones que no ilumina, complementar estas zonas con lámparas de pie y de sobremesa es una buena solución, para estancias correctamente iluminadas y espacios polivalentes, en los que la luz ha de ir a la par con la tarea que las personas hacen en cada momento.