¡Comprobado! La privacidad en internet no existe
Hacker colombiano ha encontrado vulnerabilidades en empresas como Microsoft, Twitter o Paypal; considera que nunca habrá privacidad para los datos en internet
Jose Pino, el hacker colombiano que a sus 22 años ha encontrado decenas de vulnerabilidades en grandes firmas tecnológicas e incluso Universidad de Harvard, no duda un segundo al opinar sobre la privacidad en internet: sencillamente, "no existe".
Ese trabajo le ha dado una gran voz en la industria de la ciberseguridad y reconocimiento por hitos como el que logró a los 16 años tras hallar un error en el portal de noticias de Microsoft -que permitía publicar informaciones sin autorización- o hackear los impenetrables sistemas de calificaciones de Harvard.
Con esa experiencia, Pino considera que "nunca va a haber privacidad cuando nuestros datos estén en una compañía privada que los usa para su propio beneficio".
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Pone de inmediato el ejemplo de Facebook, una red social que ha enfrentado una serie de escándalos recientes por el manejo que da a la información personal de sus usuarios. "Compañías como Facebook se esfuerzan por mantener la privacidad, pero siempre habrá una puerta por donde obtener los datos de las personas", alertó.
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"Eso pasa sobre todo en una misma compañía que hace negociaciones con esos datos", dijo en referencia a los servicios que la plataforma social más usada del mundo ofrece a empresas y personas para difundir publicidad de acuerdo con información como edades, géneros, lugares de ubicación o intereses políticos y religiosos.
Precisamente, este manejo llevó a Facebook a afrontar el pasado viernes una multa de la Comisión Federal del Comercio de EE.UU. por valor de 5.000 millones de dólares por la gestión de los datos.
Con algo de burla, Pino es claro: "cuando estamos hablando de privacidad en internet, estamos hablando de un mito".
Para este experimentado hacker, que por "accidente" usa una Mac como equipo "cazavulnerabilidades" y cubre la cámara frontal de su computadora para evitar que lo espíen, tocar esa escurridiza palabra, la privacidad, debería estar vinculado a "un tema de anonimato y de saber de qué hablar de acuerdo a la aplicación".
En todo caso, la culpa no es solo de las tecnológicas que, dijo, "invierten mucho dinero" en ciberseguridad: "muchas veces no es culpa del sistema sino que es culpa de las personas que lo usan".
El joven no vacila en decir que muchos métodos de ingeniería social, como los correos electrónicos fraudulentos o las páginas web falsas, le dejan todo más fácil a los ciberdelincuentes, un trabajo al que le ha seguido el rastro desde los 9 años, pero que no le interesa porque prefiere "vivir tranquilo".
Este interés por la seguridad y las computadoras fue lo que llevó a Pino a decantarse por el "hacking", que pone a kilómetros de distancia de lo que hacen los ciberdelincuentes.
Por ese lado oscuro "puede haber mayores beneficios, es más fácil. (…) Pero soy muy creyente del karma y siempre he tenido ese interés de destacar y mostrar que también del otro lado se pueden hacer grandes cosas", añadió.
"Siempre he querido ser como Steve Jobs", dice Pino, nacido en la convulsa ciudad de Tumaco, en el sur de Colombia.