Cómo la inteligencia emocional afecta tus finanzas (para bien o mal)
Más allá de llevar bien las cuentas y los registros de gastos, las emociones también influyen en la manera en cómo gastamos el dinero.
Sí, hay que aceptarlo, en muchas ocasiones nos dejamos llevar por las emociones, en el manejo de nuestros recursos. Por ejemplo, no pensamos bien si realmente necesitamos algo, pero por la emoción de que cierto producto tiene descuento, y parece un “precio muy bajo”, compramos sin pensar.
La aseguradora Sura, consultó a la sicóloga del equipo de Salud Financiera, Sara Díaz, para explicar la relación entre las emociones y finanzas.
La experta señala que ambas tienen una relación bidireccional, pues las dos se afectan en ambos sentidos. Para ella, lo que hagamos para mantener la salud mental, tendrá influencia directa en el bienestar financiero.
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Debido a que las emociones son respuestas inmediatas a estímulos externos, en muchas ocasiones son las que nos hacen actuar.
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¿Realmente lo necesitas?
Una pregunta recurrente para evitar compras de impulso es “¿realmente lo necesito?”. Aprender a trabajar emociones es la clave para tomar decisiones adecuadas para nuestro bolsillo.
La experta recomienda la siguiente técnica, para decidir: conectar la emoción, pensamiento y acción. Son tres filtros muy sencillos.
- Emoción. Es lo que sentimos frente a lo que queremos comprar, y es el principal motor de compra. Aunque, no debe determinar las compras. De las emociones es lo que se aprovecha el marketing para incitarnos a adquirir productos.
- Pensamiento. Podría impedir que cometiéramos errores financieros. Nos lleva a reflexionar: ¿me alcanza?, ¿cómo lo voy a pagar?, ¿realmente lo necesito?, ¿es un verdadero descuento?
- Acción. Es el resultado: ya lo compramos o no lo hicimos. Después de reflexionar y tener las razones para realizar la compra, lo podemos hacer y saber que no afectará nuestras finanzas.
Por último, la experta aconseja trabajar en el autocontrol, que sería la capacidad para planear los gastos y autorregularnos. Sirve mucho para identificar los gastos necesarios de los innecesarios.