Cinco rincones de México para bañarse en agua dulce
El interior del país esconde secretos vírgenes en medio de la naturaleza por los que cruzan arroyos o lagunas, perfectos para quienes buscan un turismo diferente y económico
México es conocido internacionalmente por sus playas de arena blanca y aguas turquesas. Cada año, visitan el país millones de turistas extranjeros que desean conocer los secretos del Mar Caribe, la famosa Riviera Nayarit, los arenales vírgenes de Oaxaca y Chiapas o los paisajes costeros de Baja California. Sin embargo, más allá del litoral, el interior de la República cuenta con enclaves únicos que a pesar de su inmensa belleza, no son tan famosos.
Aquí te dejamos una lista con cinco destinos mexicanos de agua dulce en los que olvidarte del estrés.
Parque Nacional Lagunas de Montebello
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Este enclave es uno de los tesoros que hay que visitar en Chiapas, un estado en el que la naturaleza se impone y se abre paso por cada rincón.
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Aunque se desconoce exactamente el número de lagos que hay en este lugar, se dice que son alrededor de 59. Se trata en realidad de “uvalas”; es decir, de antiguos cenotes que con el paso del tiempo, por los derrumbes y la corrosión de la roca, terminaron uniéndose.
Una de las características más llamativas de las Lagunas de Montebello son sus aguas cristalinas, que adquieren distintas tonalidades de azules por el suelo del fondo, la refracción de la luz, y la vegetación. El lugar está enmarcado por densos pinares, y encinares, y decorado por la belleza de flores orquídeas y bromelias.
La excursión se divide en dos recorridos. El primero de ellos se realiza a través del área protegida del Parque Nacional, y atraviesa los lagos Esmeralda, La Encantada, Ensueño, Bosque Azul y Agua Tinta. El segundo pasa por las aguas de Cañada, Pojoj, Dos Lagunas, o Tziscao. Este último es el más profundo de todos, con 45 metros, y a sus orillas hay un poblado chuj.
En todas las lagunas los visitantes pueden bañarse, remar en bote y bucear. Además es posible realizar otras actividades, como un paseo en caballo, ciclismo de montaña o senderismo, aunque depende de la zona en la que te encuentres.
El paseo en balsas de troncos tiene un costo de 100 a 200 pesos, en función de la duración y las áreas que visites. Si prefieres Kayak, puedes practicar este deporte en el Lago Pojoj, por 80 pesos la hora. El precio de la renta de bicicletas es de 200 pesos por día, y para entrar al parque, debes pagar 30 pesos por persona.
Cascada de Tamul
En el corazón de la Huasteca Potosina, a pocos kilómetros del pueblo mágico de Aquismón, encontramos la Cascada de Tamul, un lugar donde la naturaleza dibuja un escenario solemne que cautiva a todos los visitantes.
La monumental catarata tiene una caída de 105 metros, y en época de lluvias, la cortina de agua puede llegar a medir 300 metros de largo. Es una de las joyas de la Huasteca Potosina, y la parte buena es que los visitantes pueden elegir varias opciones para recorrerla, como rafting, kayak, stand up paddle o un paseo en panga.
El embarcadero principal se encuentra en el Ejido la Morena, y el precio de la entrada es de 10 pesos. Pasear en canoa cuesta 120 pesos -incluido el chaleco salvavidas-; 800 si rentas la barca completa. El trayecto dura unas tres horas, y a lo largo del recorrido podrás bañarte en las aguas cristalinas del río, remar, sacar fotos, e incluso, descender por rápidos, y visitar la Cueva del Agua, una fosa del río Tampaón que no está tan fría y donde también podrás nadar.
Además, hay empresas que ofrecen un recorrido en Stand Up Paddle Board por los rápidos del río Tampaón, junto a la cascada. La actividad tiene un costo de unos 2,400 pesos e incluye, además de la tabla y el equipo de seguridad, el transporte redondo desde el hotel, una comida en un restaurante, agua embotellada y refrescos.
Si no eres amante de la adrenalina puedes optar por remar tranquilamente por las aguas más calmadas del río Gallinas, a bordo de una tabla de surf. La actividad cuesta unos 1,100 pesos, -dependiendo de la empresa-, e incluye también agua, refrescos, y barritas energéticas.
¿Qué es la Huasteca Potosina?: la Huasteca Potosina es uno de los enclaves más atractivos de México. Sus cascadas turquesas, su vegetación virgen, o los sótanos que se abren en medio del bosque como si fueran entradas al averno, convierten a esta región en una especie de paraíso encantado. Se ubica al noreste de San Luis Potosí y abarca una gran extensión que comprende también parte de los estados de Veracruz, Tamaulipas e Hidalgo. En la Huasteca Potosina podrás descubrir numerosos destinos de agua dulce, como las Cascadas de Micos, el Puente de Dios o la Cascada de Minas Viejas.
Cenote Corazón
En el sureste de México hay miles de cenotes espectaculares, escondidos en medio de la frondosa vegetación, pero uno de ellos impacta por su forma de corazón, una silueta que se dibujó de forma natural debido a la erosión del suelo.
El Cenote Corazón del Paraíso se ubica en Quintana Roo, a unos 35 kilómetros del pueblo mágico de Tulum. Para llegar hasta él hay que tomar la carretera Tulum-Carrillo Puerto y detenerse en el kilómetro 200. El lugar abre en un horario de 09:00 de la mañana a 17:00 de la tarde, y la entrada para el público en general cuesta 150 pesos. Los visitantes nacionales o con residencia pagan 100 pesos mexicanos, y en el caso de los niños, depende de su altura: si superan solo la primera línea el costo es de 30 pesos, pero si su estatura rebasa también la segunda línea, asciende a 50 pesos.
Dentro del estanque está permitido bañarse, nadar y hacer snorkel. Puedes rentar allí el equipo para bucear por 90 pesos (30 el visor y 60 el tubo), y también hay préstamo de chalecos, por un costo de 20 pesos. En el lugar hay Wifi y tumbonas para tomar el Sol.
Grutas de Tolantongo
En el municipio de Cardonal, estado de Hidalgo, se encuentra uno de los balnearios naturales más famosos de México, las Grutas de Tolantongo.
El principal reclamo del parque son sus pozas de aguas termales, piscinas naturales que se asientan sobre una ladera, y miran hacia un paraje de cerros y montañas. Los visitantes también pueden bañarse en la cascada y en la gruta, pasear junto al río, visitar el túnel, hacer senderismo, cruzar el puente colgante, lanzarse en tirolina y acampar.
La entrada cuesta 150 pesos mexicanos por día y persona, e incluye el acceso a todos los atractivos. También da derecho a un espacio para acampar -aunque tendrás que llevar tu tienda-. El área se encuentra a tres horas y media de la Ciudad de México. Para llegar puedes abordar un combi en el norte de la ciudad Ixmiquilpan, en el estacionamiento que se encuentra a un costado de la Iglesia de San Antonio. El trayecto cuesta 100 pesos ida y vuelta.
Las pozas de Tolantongo abren de 08:00 a 21:00 de la mañana.
Arco del Tiempo
Hay lugares en los que parece que se detiene el tiempo. Y eso es lo que ocurre en este paraje escondido de Chiapas.
A unos 55 kilómetros de Tuxtla Gutiérrez, se erige el arco natural más grande del mundo, ubicado en el Cañón del río la Venta, en Cintalapa. Mide 158 metros de alto, y 255 de largo, y se estima que tiene más de 87 mil años de antigüedad. Visitarlo es una experiencia única solo apta para aventureros, ya que los viajeros deben realizar una expedición caminando o a caballo a través de la selva. El trayecto dura unas cinco horas, aunque depende de la condición física de cada persona y del modo de transporte.
También se puede llegar al Arco del tiempo contratando una excursión de cuatro días en kayak. Remarás por el río la Venta, y a lo largo del recorrido dormirás en medio de la naturaleza en casas de campañas -eso sí, debes llevarla tú-.
Una vez en el arco, podrás realizar Kayak, acampar, descubrir cascadas, conocer cuevas, bañarte, así como hacer rappel y senderismo. Si no cuentas con tienda de campaña, puedes dormir en una cabaña por un precio de 350 pesos.
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