Así puedes germinar las semillas del limón, olvídate de comprarlo en el super

Lo mejor es que el limón es una planta muy noble que se adapta a los espacios, además su cuidado es muy sencillo y no tienes que gastar tanto para tener tu propio árbol de limón. 

• Primero necesitas cinco huesitos de limón, límpialos con un paño y humedece los huesos. Luego deja secar las semillas directamente a la luz del sol por dos días. Un consejo es utilizar los limones más maduros que tengas de esta forma es más fácil que las semillas germinen. 
• Cuando las semillas estén secas retirar la cáscara externa, sin maltratar el hueso. Después colocar las semillas en una servilleta y doblar en dos. Con un atomizador humedecer la servilleta, guardar en una bolsa hermética. Revisa las semillas cada dos días para evitar que crezcan hongos. Si es necesario cambia la servilleta y mete las semillas en otra bolsa. 
• Dejar las semillas en un lugar oscuro por 15 días o hasta que notes que les empieza a crecer una parte verde o una hojita. Ese momento es ideal para plantar tu germinado. La maceta puede ser una botella de pet de 600 mililitros cortada por la mitad o una maceta de tamaño pequeño.
• Llenar la maceta con tierra hasta tres cuartos de su capacidad, y si puedes un poco de sustrato que venden en los mercados, viveros o tiendas de jardinería. Con ayuda de un lápiz o palo de madera hacer un agujero de cinco centímetros de profundidad en la tierra, luego poner el germinado y tapar toda la raíz, asegúrate de dejar los cotiledones por fuera, es decir, las hojitas.
• Por último, humedece la tierra y pon tus macetas en lugar donde les de la luz del sol directa. Riega tu limón cada vez que veas que la tierra comience a secarse. Cuando tu planta llegue a medir 20 centímetros de alto es momento de traspasarla a una maceta más grande. El tiempo aproximado para que tengas tus primeros limones es de un aproximado de dos años.

Recomendaciones

 Es importante que la tierra de tu planta tenga nutrientes para que se desarrolle y estos los puedes obtener de la cáscara de plátano, lo único que debes hacer es cortar en cuadritos pequeños la cáscara de plátano y dejarlos secar, luego echarlos a la tierra y listo.

El sobrante de las bolsitas con las que te preparas el té y el asiento del café también son de gran ayuda para nutrir a tus plantas. La fibra de coco también es buenísima, aunque un poco más difícil de conseguir. El residuo de tus caldos de pollo también aporta muchas vitaminas a tus plantas en crecimiento.